"La computadora se relaciona cada vez más intensamente con la creación artística, incluyendo por supuesto a la coreográfica.
Ofrece aquello que más pudiera interesarte: publicidad sobre espectáculos, anuncios de audiciones, concursos, convocatorias de subvenciones, ofertas de trabajo o incluso manifiestos de bailarines y coreógrafos.
Las computadoras son tan importantes para el arte de nuestro tiempo.
Estos programas permiten al coreógrafo crear directamente en el ordenador. Es decir, de entrada, algo tan simple como trabajar las coreografías sin los bailarines. Ya sé que esto es algo que a los coreógrafos les parece casi una aberración, pero es lo que hacen los compositores desde siempre: jamás escriben un concierto para orquesta llevándose a la sala de ensayos a los cien miembros de una sinfónica y probando sonidos y combinaciones, instrumento por instrumento o sección a sección.
Pero, además, el sistema permite crear no sólo en tres dimensiones, sino utilizando incluso visiones o ángulos inéditos, desde arriba, o desde abajo, como si los bailarines evolucionaran sobre un cristal.
Es decir, el coreógrafo puede crear en la intimidad de su estudio, probando, tentando movimientos, tiempos, desarrollos espaciales. Teniendo además la facilidad de corregir, de recuperar ideas, de archivar aquellas otras que van surgiendo para su posterior utilización".
(Consultado el día 07 de Octubre del 2010 en: www.danza.es)